jueves, 6 de octubre de 2011

LEYENDA CAMPECHANA


Mi  madre me contaba que en épocas remotas  se aparecían  por las calles nocturnas de Calkiní unos seres  monumentales  como el cíclope de Homero. Estos monstruos poseían  siete cabezas y se distraían en espantar a los trasnochadores. Se les aparecían  en una esquina con las piernas entreabiertas para invitar al desvelado a cruzarlas sí se quería salvar, lo que nunca sucedía, pues el que se animaba moría despanzurrado. Si se regresaba para el lado contrario de nueva cuenta se  encontraba con el gigante, parecía poseer el don de la ubicuidad ¿Cómo se salvaba?  Nunca se dio la  razón. Lo único que se sabe es que era un ser que a todos atemorizaba.

PROFE. ANDRÉS GONZÁLEZ KANTÚN.

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